Este fin de semana pensaba dedicarme a recorrer algunas carreteras de esas en las que no me suelo encontrar a ningún personaje “non grato”; hacer unos cuantos cientos de kilómetros por lugares de los que a mí me gustan; es decir: perderme por ahí, yo y yo misma a buscar inspiración lejos del mundanal ruido, lejos de los que te miran por encima del hombro o por debajo de la falda; lejos de aquellos a los que parece que les debes algún tipo de explicación porque siempre están pendientes de todo lo que te rodea; en una palabra: lejos.
Sin embargo, cuando el sábado acabé mi jornada laboral, allá a la una del mediodía, me dio por echar un vistazo a la página del instituto de meteorología alarmada por un compañero de trabajo y el miedo se empezó a apoderar de mí, al ver el porcentaje de probabilidades de nieve que se estimaban en aquel lugar al que yo me disponía a partir. Sólo se me ocurrió hacer una llamada para cancelar la reserva que había hecho con la debida antelación y posponer el soñado fin de semana para otra ocasión. En ese momento mis planes se rehicieron: tenía dos opciones: aburrirme o quedarme en casa a hacer de maruja.
Tanto me inspiré con el plumero y la fregona que se me pasó el fin de semana sin darme cuenta de que tenía abandonado el blog, como siempre. Ahora, cuando enciendo el ordenador para enterarme de cómo va el mundo bloguero, me doy cuenta de que podía haber dedicado menos tiempo a mis quehaceres de ama de casa y un poquito a mis musas; así que no se me ha ocurrido nada más que contaros mi fallido fin de semana por causa de la nieve. Y es que aquí, en León, es tan habitual la nieve, que no espera ni a que llegue navidad.
Sin embargo, cuando el sábado acabé mi jornada laboral, allá a la una del mediodía, me dio por echar un vistazo a la página del instituto de meteorología alarmada por un compañero de trabajo y el miedo se empezó a apoderar de mí, al ver el porcentaje de probabilidades de nieve que se estimaban en aquel lugar al que yo me disponía a partir. Sólo se me ocurrió hacer una llamada para cancelar la reserva que había hecho con la debida antelación y posponer el soñado fin de semana para otra ocasión. En ese momento mis planes se rehicieron: tenía dos opciones: aburrirme o quedarme en casa a hacer de maruja.
Tanto me inspiré con el plumero y la fregona que se me pasó el fin de semana sin darme cuenta de que tenía abandonado el blog, como siempre. Ahora, cuando enciendo el ordenador para enterarme de cómo va el mundo bloguero, me doy cuenta de que podía haber dedicado menos tiempo a mis quehaceres de ama de casa y un poquito a mis musas; así que no se me ha ocurrido nada más que contaros mi fallido fin de semana por causa de la nieve. Y es que aquí, en León, es tan habitual la nieve, que no espera ni a que llegue navidad.
7 comentarios:
¡¡¡Uyyyy,pues hemos estado igual!!.
Yo también tenía previso este finde viaje(ibamos a una boda a Toledo),pero como mi santo esposo anda con gripe y en cama,me he dado un"tute" marujil de limpieza,armarios,saacr y meter ropa,plancha y demás quehaceres,...jajajja.
No nos merecen.
Pues no, Natalia, no nos merecen pero, qué le vamos a hacer... La verdad es que yo soy algo miedica con la nieve; además, la casa me lo agradeció, ya que la puse al día en menos tiempo del que pensaba.
Mi lado marujil que se me sale de vez en cuando.
Saludos
uffffff yo debería dedicar un fin de semana a lo mismo que tu, que mi casa empieza a parecer una leonera, jejejejeje
un abrazo, seguro que ese fin de semana llega próxima y puedes disfrutar de tus planes
Bueno, pues ya que has tenido ese finde de "maruja" ahora tendrás otros para tu inspiración blogera.
Y si alguien reclama, le das el plumero.
Saludos
hola no me he podido pasar antes, debido a que empecé a currar y entre la casa los niños y demás, pero prometo leer tu blog y entrar aqui cada vez que pueda, un beso desde hospital de orbigo.
susana
pd- felices fiestas
Si me dices donde hay esos amos de casa me pido uno para los Reyes jajajajajaja
Posdata: A mí tambien me sale el lado marujil.
besotes y Felices fiestas
Buenas tardes.
Me parece un blog interesante, que con tu permiso me hago seguidor.
Criticar a quien establece las tareas de la casa a la mujer, aunque por circustancias se quede en casa, y que diga que el hombre (bueno), ayuda.
Tengo la gran suerte de estar casado con una persona (la mujer más bonita del universo), gracias a Dios muy inteligente (mucho más que yo), y muy digna y personal, siendo una de tantas cosas que me enamoro, su grandeza, y que era anti-maruja.
Y como no puede ser de otra manera las tareas, en la casa, todos sus miembros por igual, a modo natural, realizamos, igual que asearse es natural......etc.
Un saludo y Felices fiestas.
Un prospero 2.009, para ti y tus lectores.
http://orgullohispanicohispaneandoespana.blogspot.com/
JAVIAN
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