domingo, 12 de diciembre de 2010

Esta navidad Ramo leonés


Ahora que se aproxima la Navidad, esas fechas queridas y odiadas a partes iguales, me dejaré llevar por el espíritu navideño y decoraré mi casa para el evento que se avecina sin poder hacer nada por evitarlo…, pero este año cambiaré radicalmente la decoración navideña y dejaré entrar en casa una tradición leonesa que cada año reúne más adeptos: el ramo leonés.

Conocí a una persona experta en la elaboración y ornamentación de árboles de Navidad alternativos y me entró el gusanillo de probar.

Cuando me enteré de las condiciones del curso y coincidiendo con que el grupo de compañeras en estos temas también estaban interesadas en elaborar uno de esos llamativos ramos tradicionales, nos pusimos manos a la obra a lijar, teñir, pegar y decorar un armazón triangular que día a día iba tomando forma de ramo leonés.

El primer día de clase apareció –invitada por mí- Charo, una amiga experta en el tema leonés, toda una institución en cuanto se refiere a arte, cultura y tradiciones leonesas y nos dio unas cuantas pautas para decorar nuestro ramo en cuanto estuviera hecho. Así nos enteramos que la tradición del ramo no era religiosa, sino pagana, que podría ser incluido dentro de los ritos de la fecundación y su relación con la iglesia únicamente sería la custodia en el interior de los templos, lo que acabaría convirtiendo la tradición en costumbre religiosa.

Dicen los expertos, que el “Ramo Tradicional Leonés, empezó siendo Ramo de Nochebuena o Ramu de Nadal, seguramente fue, en su origen, el Ramo del Fin de Año, es decir el Ramo del Solsticio de Invierno, la multitud de símbolos solares que aún conserva el ramo, así parece confirmarlo”. De ese modo, “en la noche más larga del año se hacía una ofrenda al dios solar para vencer a las tinieblas y pedir que un nuevo año comenzara con la victoria de la luz”.

Una vez hecho el armazón, cada uno procedió a decorarlo según el gusto personal y las nociones aprendidas a lo largo del curso. Teníamos claro –desde que Charo nos informó- que las bolitas de colores y el espumillón estaban prohibidos (por tradición y buen gusto)y que un buen ramo leonés se compone principalmente de puntillas, cintas de colores (mejor las que se utilizan en los adornos del traje regional) y productos de la tierra: manzanas, peras, frutos secos, un adorno vegetal en la parte superior, que recuerde el origen de los ramos y una cuelga de llamativas rosquillas que dará al conjunto un toque típicamente leonés . A los pies del ramo, una cesta llena de castañas, nueces, avellanas y todo lo que la imaginación y el buen gusto nos permita. En mi caso, un libro, un Quijote, corona la obra.

También supimos por Charo, y posteriormente por consultas realizadas en diversas páginas relacionadas con el ramo leonés, que cada vez son más las tiendas e instituciones leonesas que basan su decoración navideña en el ramo leonés. De esta forma, las mercerías, tiendas de ropa, librerías, confiterías, tiendas de alimentación, etc. decoran su ramo con artículos a la venta en su establecimiento, dando así un aspecto único y original al ramo leonés y un reclamo para los posibles clientes.

1 comentario:

Manuel dijo...

Caray Manel, te puedo asegurar e que es la primera vez que oigo sobre el ramo leonés. Hay que ver las cosas que se hacen ¿eh?

Un saludo, amigo y otro para Charo. jajaja.

Salud.