jueves, 20 de noviembre de 2008

No a la pornografía infantil

Como en este blog lo que publico son relatos, he querido sumarme a esta iniciativa con esta pequeña aportación. Hace una semana publiqué en El Mirador "monstruos con apariencia humana"

Hay que erradicar esta lacra que azota a nuestra parte de la humanidad más indefensa: los niños. No podemos permitir que monstruos así sigan viviendo impunemente entre nosotros. Si con esta iniciativa podemos hacer algo, habrá merecido la pena.

Por nuestros niños, nuestro futuro

Juanmi llegó a casa y, tras mirar como sus hijos dormían plácidamente, dio un beso distraído a Clara y se retiró al cuarto donde tenían el ordenador. Cada noche, después de tomar el café en el bar de siempre, volvía a casa y sus movimientos eran idénticos. Abría el explorador y escribía las palabras con las que accedía a su lugar de perversión. Llegaba sediento de las imágenes infantiles con las que lograba saciar sus más bajos instintos. Clara estaba viendo una película y no lo molestaría.
Escribió “angels” y rápidamente el buscador lo llevó a otro lugar, no al que Juan esperaba. A continuación escribió “lolitas” "boylover", "preteens", "girllover", "childlover", "pedoboy", "boyboy", "fetishboy" "feet boy" y, como si de una conspiración contra él se tratara, comenzaron a salir ventanas emergentes con todos los blogs de una red que se había creado con el fin de acabar con la pornografía infantil. Juanmi maldijo aquel aparato y decidió buscar en su lista de favoritos. Sabía que allí no tendría ningún problema, sus amigos virtuales no podrían haberse aliado contra los internautas que pretendían darle su merecido.
Después de un intento fallido, probó otra opción y tampoco obtuvo el resultado que esperaba. Todo internet parecía haberse puesto en su contra. Parecía que se había instalado en el ordenador algo extraño: -un spyware- pensó, pero no le dio importancia. Siguió buscando, cada vez con más desesperación, sus fotos de niños para engrosar su colección. –El ordenador está raro- se dijo a sí mismo y salió a preguntarle a Clara si sabía algo.
-No, ya sabes que yo no te toco tu ordenador.
-Parece que tiene un virus o algo extraño.
-Pues llévalo mañana a que te lo miren.
-Imposible, me hace falta hoy para terminar el informe que me encargaron. No puedo esperar a mañana.
Salió de mal humor de la estancia y volvió a intentar entrar en aquellas páginas que le acababan de recomendar. Tecleó de nuevo las palabras en el buscador y siguió igual. Una maldición hizo que se fijara en una página que no había visto hasta entonces: era el blog de una persona muy preocupada con los derechos humanos, principalmente de los niños que mostraba al mundo entero y sobre todo a personas como Juanmi su repulsa hacia los que tan pocos escrúpulos tenían.
Este anónimo bloguero se preocupó de difundir por todo el mundo el cartel en contra de la pornografía infantil y las palabras con las que los pervertidos solían acceder al material fotográfico. Al mismo tiempo, mediante un sistema de espionaje, consiguió acceder a las direcciones IP de muchos de aquellos monstruos con apariencia humana que, cada noche se asomaban al balcón de internet con tan ruines intenciones. Así, con el spyware que se fue introduciendo en los equipos de los pedófilos, se fue informando a la policía y poco a poco fueron cayendo uno tras otro.

5 comentarios:

Aguabella dijo...

HOLA Mª ANGELES

Muchas gracias por unirte a esta causa en mi blog.
Yo vengo también a gritar en el tuyo
NO A LA PORNOGRAFIA INFANTIL

La historia que publicas me ha puesto el pelo de punta!!

Son animales que deben ser perseguidos y castigados.

Un beso guapa

Natalia Pastor dijo...

Esta lacra es una demostración de hasta que punto ha degenerado esta sociedad,capaz de crear monstruos depredadores de tal ralea.
La historia que narras,Mª Angeles,es escalofriante.
Un saludo.
(Por cierto,me encanta tu blog.Con tu permiso te enlazo.)

Mª Ángeles dijo...

En este blog publico relatos y, se me ocurrió este sobre la marcha, aunque lo tengo desatendido, no quise dejar de escribir algo para contribuir a la causa.
Todos tenemos que star en contra de la pornografía infantil.
Estos monstruos no pueden quedar libres y seguir haciendo de las suyas.
Saludos

Mª Ángeles dijo...

Hola Natalia, me alegro que te guste mi blog, aunque creo que te gustará más el otro, El Mirador,en el que pienso mucho en Zetapé.
La historia se me ocurrió mientras pensaba que me había adelantado en el Mirador al escribir con antelación y no me podía quedar sin escribir nada, entonces me metí en la piel de un cuentacuentos y salió esto. Normalmente mis relatos son más amenos, pero esta ocasión requería la crudeza que narro.
Gracias por tus palabras

Carmen dijo...

Se deberían de endurecer las penas para estos animales.

Me uno a la causa
¡NO A LA PORNOGRAFÍA INFANTIL!

Besos y buena semana