jueves, 11 de febrero de 2010

A mis queridos Trolls

Imagen de soitu.es
Estoy dándole las últimas puntadas a unos disfraces de carnaval que saldrán a la calle los próximos días y tengo algo abandonado el blog. Como siempre, tengo disculpa pero es que las fechas se me están echando encima y el calendario no perdona; por eso, quien acaba pagando el pato es el pobre blog, que no protesta y se conforma con el escaso tiempo que le dedico. Hechas las aclaraciones pertinentes, empiezo con el tema que tenemos hoy.
La cuestión es que llevo un tiempo recibiendo unas visitas non gratas en mi blog, que no se conforman con entrar, “servirse” y sentarse todo el rato que deseen sin ser invitados, sino que se consideran con atribuciones para lanzar improperios contra mi persona, mi entorno, mis opiniones, mi forma de vestir, mi situación en distintos momentos de mi vida pública y privada etc. Como son tan “valientes” que no dan la cara, sienten que desde la comodidad de sus casas pueden dar rienda suelta a su saña y escribir todo lo que se les ocurre amparándose en un anonimato que les protege.
No todos los trolls –al menos algunos que son de carne y hueso- saben que en el mundo blogger TODO deja huella, cada vez que alguien se acerca a una página SIEMPRE queda un rastro que los juzgados utilizan para llegar al fondo del delito y el anonimato deja de proteger al que trata de esconderse detrás de un “anónimo” o algún otro Nick que intente disimular su filiación real, da lo mismo utilizar un genérico anónimo o poner el nombre y los apellidos. El anonimato en la red no existe.
Dedico a todos mis Trolls este post, no sin antes decirles que sus improperios ya hace tiempo que no me ofenden, que gracias a la moderación de comentarios sus “halagos” hacia mi persona no salen de mi correo electrónico, muchos ni los leo, otros me hacen ver la envidia que despierto y que una simple tecla hace que desaparezcan; al rato ni me acuerdo de ellos. Si quiero ser mala o hacer que se respete mi intimidad sé a donde tengo que dirigirme, que no se molesten que ya están muy vistos.
Y a vosotros, queridos amigos blogger, no tengáis miedo con mis trolls que probablemente nunca os molestarán; es a mí a quien odian y, como no pueden entrar en mi casa a molestarme a mí y a los míos y a decirme lo que opinan de mí, lo hacen a través de mi blog, con la intención de que la máscara del anonimato les oculte todo el año, pero más que nunca en Carnaval, donde la mascarada relega en estos días todo lo demás a un segundo plano.

4 comentarios:

Alvaro Tilo dijo...

Es lamentablemente inevitable, Mª Ángeles, que ocurran estas cosas. Me temo que todos las hemos sufrido alguna vez.

Un día comenté en alguna respuesta; que ellos mismos, serán los más pronto que tarde se avergüencen al mirarse al espejo cualquier mañana y ver la cara de enfermos mentales que se les ha quedado.

Otra cosa. Me ha encomendado nuestro común amigo, Fernando, viniera a tu blogs a saludarte en su nombre. Lo hago encantado y me uno a su saludo. Dentro de unos días volverá con un nuevo blogs a intentar una nueva aventura que en esta ocasión haremos los dos juntos como una sola persona o algo parecido porque uno + uno = dos, pero a veces la suma sigue dando uno.

Un cordial saludo de Álvaro.

Ra dijo...

Hola preciosa, disfruta del Canaval!!! eso lo primero. Y a los troll que les vayan dando. Ni te imaginas cómo te comprendo. Yo también sufrí con ellos y también les dediqué un post. Al final tuve que quitar los comentarios anónimos porque yo sí los leía (aunque no publicaba) y me estaban empezando a minar la mente. Se trataban de personas que me conocen y que a raíz de divorciarme se posicionaron de parte de mi ex (entre ellos estaba él) y claro, me ponían de todo menos "bonita", aun encima hacían referencia a cosas que no tenían nada que ver con el blog o lo que escribía.
En fin mi alma, que si la envidia fuera tiña, muchos tiñosos habría...
Ni caso guapa.
Un besazo y mi apoyo.

Álvaro Tilo dijo...

Te robamos de nuevo, Mª Ángeles, media línea.

Ya hemos puesto en marcha el nuevo blog que hace unos días te comentábamos. Si un día nos vistas nos sentiremos muy contentos.

Un cordial saludo de Fernando y mío.

Anónimo dijo...
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